Desde el Amor, todo se puede.
Parece que, hoy por hoy, esa frase ha caducado. Que ya nadie
se acuerda de ella. La violencia esta sobrevaluada y el amor menos preciado.
Creo que aún es posible revertir la situación. Y me doy
cuenta con hechos concretos. Cuando armas una colecta para los que pueden un poco
menos y se suman miles. Ahí radica mi esperanza. Y es concreta, fundamentada.
Muchas veces escucho “esto tiene que cambiar” y me suena tan débil, como si
quien lo dice trataría de convencerse a sí mismo de que tiene que pasar.
El cambio, conlleva acción.
No hace falta vestirse de mártir, salir por las calles a hacer justicia y
convencer/imponer al otro “amor”. Hace falta, simplemente, hacer algo.
Cualquier cosa que este a tu alcance. Por ejemplo, saludar cuando subís al
micro, disculparse al chocar sin querer a alguien en la calle porque vas
apurado, sonreír y desearle buenas ventas al vendedor ambulante que no pudiste
comprarle nada porque no tenes un peso. Es simple. Muy simple, y no lleva mucho
esfuerzo.
Solo que para lograr sintonizar con esas actitudes, debes
vivirlas dentro tuyo. Debes sintonizar el amor de ti para ti. Ser amable con
vos mismo, ser atento, prestarte atención, desearte un buen día, confiarte de
que vos, tu ser, es lo más importante.
Siendo sano contigo mismo, inevitablemente serás sano con
los demás.
Como ser sano con uno mismo, te preguntarás? Pues siendo
consciente de ti. Se logra prestándonos atención. Cuando algo nos molesta o nos
pone de mal humor, eso no es sano para nosotros. Si lográramos reconocer cada
sensación/emoción que nos atraviesa en el momento que la estamos viviendo,
estaremos siendo conscientes.
Vivir en estado de consciencia es, justamente, reconocer
cada estado anímico en tiempo real, cuando está pasando. Si estoy enojado, el
saberme enojado me hará tomar conciencia de mí mismo. Reconocerme. Y
seguramente diluir el enojo, porque es probable que no sea para tanto.
No hacen falta grandes hazañas ni grandes obras para
revertir la situación. Solo con reconocernos y tratarnos a nosotros mismo de
acuerdo a lo que nos está sucediendo, basta para cambiar el mundo. Lo que
ofrecemos a otros, es lo que tenemos dentro. Si tú cambias la manera de
tratarte, estas cambiando la manera de tratar al otro.
Trátate con amor, respeto y prestándote atención y veras
como el espejo te devuelve el mismo trato.
JC